Un sismo de magnitud 7,1 con un epicentro muy cercano al balneario de Acapulco sacudió anoche el centro y sur de México, sin que hasta el momento se reporte pérdida de vidas humanas.
El temblor tuvo origen a 11 kilómetros al suroeste de Acapulco, en el sureño estado de Guerrero, indicó del Servicio Sismológico Nacional, que en un reporte preliminar había dado una magnitud de 6,9.
En declaraciones a Milenio TV, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, afirmó que el sismo se «sintió muy fuerte» y la gente está «bastante alarmada».
Pero indicó que por el momento no hay reportes «de gravedad». Pidió a la ciudadanía tener «cuidado» por las posibles réplicas.
Asimismo, el Centro de Alerta de Tsunamis de la Secretaría de Marina notificó que no se espera la generación de un tsunami en la zona costera.
El terremoto activó la alerta sísmica en la Ciudad de México, donde miles de personas salieron de casas y edificios como medida de seguridad y prevención, y donde en varios barrios se han producido cortes de electricidad.
«El secretario de Seguridad Ciudadana (Omar García
Harfuch) está sobrevolando (la ciudad). Hasta el momento no se reportan
daños graves. Seguimos informando», indicó la jefa de Gobierno de la
Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en un mensaje en Twitter.
Posteriormente, García Harfuch informó que hay cortes de luz en algunos barrios de la ciudad y el servicio de metro funciona con normalidad y, por el momento, no hay reportes más relevantes.
El sismo de esta noche ocurrió en la misma fecha en la que hace cuatro años -el 7 de septiembre de 2017- se registró un terremoto de magnitud 8,2 el cual tuvo su epicentro en el Golfo de Tehuantepec y afectó principalmente los estados de Oaxaca y Chiapas, donde 98 personas perdieron la vida.
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