El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró la noche del domingo el estado de desastre mayor en Kentucky luego de que tornados mataran a decenas de personas en ese y otros estados y dejaron pueblos en ruinas a lo largo del Medio Oeste.
Los servicios de emergencia estadounidenses seguían buscando a sobrevivientes, pero tanto funcionarios federales como locales advirtieron que el número de muertos, por ahora de 94, aún podría aumentar.
A pedidos del gobernador de Kentucky, Andy Beshear, Biden actualizó una declaración previa de emergencia a desastre mayor, lo que permite el envío de ayuda federal para las labores de recuperación.
Antes había calificado el inusual estallido de tornados en el corazón de Estados Unidos como uno de los mayores en la historia del país.
Beshear advirtió que los perros rastreadores aún estaban encontrando cadáveres.
«Lo primero que tenemos que hacer es llorar juntos y lo haremos antes de reconstruir juntos», expresó el gobernador de Kentucky en una conferencia de prensa el domingo por la tarde.
Más de 80 personas han muerto solo en el estado de Kentucky, muchos de ellos trabajadores en una fábrica de velas de la devastada ciudad de Mayfield, dijo Beshear, y anticipó a CNN que ese número va a superar las 100.
Troy Propes, director ejecutivo de la empresa propietaria de la fábrica, defendió su decisión de no cerrarla cuando se acercaba la tormenta. «Hicimos todo lo que se suponía debía hacerse», le dijo a CNN el domingo.
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