Sao Paulo, la ciudad más populosa de Brasil, anunció este jueves la cancelación de su tradicional fiesta de Año Nuevo en medio de la creciente preocupación por la llegada de la variante ómicron al país, que ya deja al menos tres infectados en la región.
El alcalde paulista, Ricardo Nunes, quien se encuentra en Nueva York para un viaje de negocios, explicó que la medida atiende a una orientación del comité científico creado para el combate al coronavirus, que apuntó la necesidad de «cautela» ante la situación epidemiológica de la ciudad.
«Lo que pesó mucho fue la cuestión de la nueva variante ómicron. Me acuerdo que, cuando se presentó la variante delta, la ciudad de Sao Paulo se adelantó e impuso barreras sanitarias», lo que minimizó sus impactos, dijo en una rueda de prensa desde la Gran Manzana.
Nunes destacó que la ciudad presenta indicadores positivos de ralentización de la pandemia y que no pasó nada «grave», pero que el escenario exige precaución y «monitorización».
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