El gobierno de Bélgica decidió este martes expulsar a 21 personas
acreditadas como diplomáticos en la embajada de Rusia en Bruselas y en
el consulado general ruso en Amberes por su implicación en operaciones
de espionaje e influencia que amenazan la seguridad del país, anunció la
ministra de Asuntos Exteriores, Sophie Wilmès.
«Esta decisión no es una sanción, está únicamente vinculada a nuestra seguridad nacional. Los canales diplomáticos permanecen abiertos con Rusia, la embajada de Rusia puede continuar funcionando y seguimos abogando por el diálogo», comentó Wilmès, según recoge la agencia de noticias Belga.
La medida se adoptó en coordinación con Países Bajos, que este martes también anunció la expulsión de 17 “oficiales de inteligencia” de Moscú que estaban adscritos a las representaciones rusas en Países Bajos «bajo cobertura diplomática” y argumentó, al igual que las autoridades belgas, que la presencia en el país de estos espías es “una amenaza para la seguridad” nacional.
En un breve mensaje, el ministro neerlandés de Exteriores, Wopke Hoekstra, detalló que este paso se tomó en coordinación con otros países “de ideas afines” y que esta medida se lleva a cabo “en el contexto de la seguridad nacional”.
La detección de la presencia de estos 17 espías en la embajada rusa en La Haya se basa en información del Servicio General de Inteligencia y Seguridad y el Servicio de Seguridad e Inteligencia Militar de Países Bajos.
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