Kathleen Wong estaba contenta de haber encontrado una plaza en un geriátrico para su madre de 89 años. Pero su alivio se ha convertido en pesadilla al hundirse Hong Kong en una ola de covid que está golpeando duramente a su población mayor, en gran parte no vacunada.
Las residencias de ancianos se han convertido en el epicentro del brote sin precedentes en esta ciudad. Los pensionistas representan casi el 60% de los decesos vinculados al coronavirus desde enero, cuando emergió la variante ómicron.Con apenas 200 muertos en los dos primeros años
de pandemia, Hong Kong ha registrado más de 3.000 decesos este año, en
su mayoría personas mayores que en esta ciudad son reacias a vacunarse.
«Estoy permanentemente en alerta, temiendo una llamada que anuncie malas noticias», explica Wong a la AFP.
Su madre, que padece problemas cognitivos y necesita ayuda para alimentarse, es una de las casi 60.000 personas que reside en geriátricos en Hong Kong. Más de 1.700 han muerto de covid y 22.070 fueron infectados desde comienzos del año.
Los hospitales hongkoneses se vieron arrollados: los cadáveres se acumulaban y pacientes mayores esperaban a ser atendidos en salas de curas improvisadas o incluso en la calle. Los residentes suelen vivir en minúsculas habitaciones de 6,5 metros cuadrados, separadas por mámparas.
Estas residencias «no han sido concebidas o equipadas para la cuarentena», lamenta Cheng. «Obligar a las personas mayores a volver a geriátricos es como enviarlas a morir», dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario