Las tropas de Rusia han reanudado los ataques aéreos en torno a la planta acerera de Azovstal en la ciudad ucraniana de Mariúpol. También intentan llevar a cabo un asalto. Así lo informó Oleksiy Arestovych, asesor del jefe de la Oficina de la Presidencia ucraniana.
Aseguró que los defensores de la ciudad están resistiendo a pesar de la difícil situación y que las tropas ucranianas incluso están llevando a cabo contraataques.
Según la agencia Ukrinform, en la planta Azovstal se encuentran unos mil civiles y militares ucranianos, de los cuales unos 500 están heridos.
Las autoridades ucranianas exigen a los rusos un corredor humanitario urgente desde la planta siderúrgica.
Unos 120.000 civiles continúan en la sitiada Mariúpol.
Por su
parte, Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, señaló que
los ocupantes están «limpiando» de cadáveres los escombros del teatro de
la ciudad, bombardeado por las tropas rusas.
Los cuerpos los envuelven en bolsas de plástico y los trasladan en camiones y tractores a una zona industrial y de allí a la localidad de Mangush, donde son arrojados en una zanja de 300 metros. Así lo indicó en un mensaje en Telegram que recoge la agencia Unian.
Andryushchenko denunció, además, que los ocupantes han deportado de Mariúpol a Vladivostok, en el extremo oriente ruso, a 308 residentes, entre ellos 90 niños.
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