El presidente de Chile, Gabriel Boric, promulgó el lunes la ley que impulsa el mayor aumento del salario mínimo en 23 años. Dijo que su gobierno está profundamente comprometido con la promoción del trabajo decente y enfatizó la necesidad de que nadie se quede atrás.
“Siempre se dice que podremos discrepar en algunas formas y tener debates complejos, pero cuando nos ponemos de acuerdo sacamos lo mejor de nosotros mismos”. Así lo señaló el mandatario, quien resaltó la unanimidad con que la iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputadas y Diputados la semana pasada.
“Lo que estamos impulsando no es en contra de nadie, son acuerdos que van en beneficio de todos los ciudadanos de nuestro país. Estamos construyendo sobre la base de lo que hicieron quienes nos antecedieron. No podríamos hablar de aumentar el sueldo mínimo a 400.000, unos 480 dólares, si no fuera por los esfuerzos que se hicieron”, agregó.
La iniciativa estipula un incremento en dos tramos: hasta los 380.000 pesos el 1 de agosto (sobre 440 dólares) y hasta los 400.000 pesos a partir de entonces.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó luego de la discusión parlamentaria que el proyecto beneficiará a un millón de trabajadores. Expuso que esto incluye además un subsidio a las Pequeñas y Medianas Empresas para cubrir el alza del salario mínimo que esté por encima de la inflación y una ayuda a los más vulnerables para enfrentar la subida del precio de la canasta básica.
La subida surgió de un histórico acuerdo entre el Ejecutivo y la Central Unitaria de Trabajadores, la central sindical más grande del país. Y pone a Chile a la vanguardia de América Latina, aunque todavía quedaría muy lejos de los principales países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
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