Más de un millón de hogares sin electricidad, miles de vuelos
cancelados, carreteras cerradas y varios accidentes mortales: Estados
Unidos se preparaba este sábado para recibir la Navidad al día siguiente
de una jornada trastornada por una tormenta invernal de inusual
intensidad.
"Histórica" según el Servicio Meteorológico
Estadounidense (NWS), la tormenta que afecta buena parte del país generó
fuertes nevadas, ráfagas de hielo y temperaturas que descendieron a
-48°C en algunos lugares, capaces de transformar agua hirviendo en
gotitas de hielo en un instante.
Más de 240 millones de personas,
o el 70% de los estadounidenses, se vieron afectados el viernes por
alertas o pedidos de precaución en Estados Unidos.
El fenómeno provocó un caos en el transporte, cuando millones de estadounidenses viajan por las fiestas de fin de año.
Hasta alrededor de 1,5 millones de hogares se quedaron sin electricidad
el viernes, especialmente en los estados de Carolina del Norte, Maine y
Virginia, según el sitio especializado Poweroutage.us. Este sábado hacia
las 13H30 GMT más de un millón de abonados seguían sin luz.
La tormenta afectó desde la frontera con Canadá, en el norte, hasta la frontera con México, en el sur.
En
El Paso, Texas, se abrieron albergues para que los migrantes llegados
desde México pudieran evitar una hipotermia por las gélidas
temperaturas.
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