En el condado de Calhoun, Alabama (EEUU), un tren de 
Norfolk Southern, descarriló pocas horas antes de que Alan Shaw, 
presidente de la compañía, declarara ante el Senado para abordar un 
incidente relacionado que causó un derrame de sustancias químicas 
tóxicas en East Palestine, Ohio, el 3 de febrero, cuando sucedió.
 
El
 tren de carga viajaba desde la ciudad georgiana de Atlanta a la ciudad 
de Meridian, en Mississippi. Después de que unos 30 vagones 
descarrilaron, no se reportaron heridos ni derrames químicos peligrosos,
 según la Agencia de Manejo de Emergencias del Condado de Calhoun.
Según
 un portavoz de Norfolk Southern, "no hay riesgo para el público" y la 
empresa está "averiguando cómo puede hacerse más segura", según NBC. Las
 causas del accidente aún no están claras y el incidente se encuentra 
actualmente bajo investigación.
 
 
 
 
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