Pekín y varias otras áreas del norte de China sufren en las últimas
horas intensas tormentas de arena que en algunos momentos han elevado
los índices de calidad del aire por encima de los 1.100 puntos, nivel
considerado extremadamente peligroso.
El Centro
Meteorológico Nacional emitió alertas de nivel azul y amarillo -las dos
primeras de una escala de cuatro- y avisó de que el polvo y la arena en
suspensión afectarán a más de una docena de provincias norteñas.
Las
tormentas se originaron en Mongolia y se desplazaron desde última hora
del lunes en dirección sureste, entrando en China a través de la región
autónoma de Mongolia Interior, de acuerdo a la institución
meteorológica.
Pekín, envuelta en un halo
amarillento, amaneció este martes con una concentración de partículas
PM10 en el aire (por ejemplo, el polvo o las cenizas) superior a los
1.000 microgramos por metro cúbico en el centro de la ciudad, mientras
que la de partículas PM2,5 (las más peligrosas por su diminuto diámetro)
llegó a superar los 500, en ambos casos considerados niveles de alto
riesgo.
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