Decenas de miles de personas se congregaron la noche de este lunes frente a la Knéset, el Parlamento de Israel, en Jerusalen, para exigir la celebración de elecciones anticipadas y un acuerdo con el movimiento palestino Hamás para liberar a los rehenes que siguen cautivos en la Franja de Gaza.
Los manifestantes
portaban banderas de Israel y carteles, uno de los cuales describía al
primer ministro Benjamín Netanyahu como "demonio maligno", y coreaban
consignas como "no al fascismo" y cánticos en los que responsabilizaban
al jefe del Gobierno de los fallos de seguridad durante el ataque de
Hamás del pasado 7 de octubre, reseña The Times of Israel.
Tras la protesta, la multitud se dirigió hacia la residencia de
Netanyahu. En su camino, los manifestantes rompieron las barreras
policiales y encendieron una hoguera, provocando enfrentamientos con la
Policía, que usó cañones de agua para dispersar la manifestación, en la
que al menos tres personas resultaron heridas. Se trata de un médico y
de un manifestante, que fueron hospitalizados, así como una mujer de 63
años que resultó gravemente herida por un golpe contra una pared, según
el canal N12.
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