SECCIÓN: ECONOMÍA | RadioAmericaVe.com
Mientras Trump revive la ofensiva arancelaria, Pekín apuesta por una estrategia de resistencia interna. ¿Estamos ante el inicio de una nueva era económica global?

ARTÍCULO DE POSICIÓN INSTITUCIONAL – RadioAmericaVe.com
La economía mundial atraviesa una de sus transiciones más delicadas desde la crisis financiera de 2008. Hoy, la tensión no nace en Wall Street, ni en el colapso de un banco sistémico. El epicentro es geopolítico y económico a la vez: la guerra comercial entre Estados Unidos y China, reactivada por el regreso de un discurso proteccionista encabezado por Donald Trump.
Lo que parecía un pulso ya conocido, resurge con fuerza en 2025 bajo un contexto global mucho más complejo: inflación persistente, cadenas de suministro fragmentadas, dólar fortalecido, sanciones cruzadas y una nueva arquitectura energética influida por los conflictos geopolíticos en Oriente Medio y Europa del Este.
Desde RadioAmericaVe.com, abordamos esta coyuntura con una mirada estratégica, firme y con el compromiso de ofrecer análisis más allá del titular. Lo que está en juego no es solo el precio del acero o los microchips: es el modelo económico que dominará el mundo en la próxima década.
Aranceles como arma de guerra (comercial)
Donald Trump ha intensificado su discurso con una propuesta concreta: incrementar aranceles a las importaciones chinas en sectores clave como la tecnología, los vehículos eléctricos y productos industriales. Esto reaviva la estrategia que aplicó en su primer mandato, basada en la idea de “America First”.
En respuesta, China no se ha quedado de brazos cruzados. Aunque sus voceros aseguran que la economía del país “es lo suficientemente resiliente”, esta semana, funcionarios del gobierno de Xi Jinping reconocieron públicamente el impacto que este enfrentamiento tendrá en el crecimiento del país.
¿Puede China resistir?
La respuesta inmediata de Pekín ha sido clara: apostar por el fortalecimiento del consumo interno. El gobierno chino sabe que su talón de Aquiles es la dependencia de las exportaciones. La transición hacia una economía impulsada por el consumo interno es ambiciosa, pero no sencilla.
Para ello, ya se están desplegando medidas como:
- Reducción de impuestos al consumo.
- Incentivos al gasto de las familias.
- Apoyo directo a pymes y emprendedores digitales.
- Políticas de estímulo monetario vía el Banco Popular de China.
Sin embargo, este cambio estructural llevará tiempo, y mientras tanto, la guerra comercial sigue minando las expectativas de crecimiento. El FMI ya ha reducido sus previsiones para China en 2025 al 4,8%, una cifra muy por debajo del promedio histórico de la última década.
Las consecuencias para el mundo (y para nosotros)
La guerra comercial no es una disputa aislada. Sus impactos son transversales y sistémicos:
- Inflación global prolongada: Aumento de precios por nuevos costos arancelarios.
- Tensiones en el mercado de materias primas: En especial, tierras raras, litio y tecnología.
- Dólar fuerte: Que golpea las economías emergentes al encarecer la deuda externa.
- Reconfiguración de las cadenas de suministro: Empresas buscan alternativas fuera de China (Vietnam, India, México, etc.).
Para América Latina —y particularmente para países como Venezuela, México o Brasil—, este nuevo escenario presenta oportunidades y riesgos. Podrían convertirse en actores estratégicos en la reubicación de fábricas o como proveedores clave de materias primas, pero también podrían verse afectados por la volatilidad del mercado cambiario y la reducción de la demanda global.
La posición de RadioAmericaVe.com
Desde RadioAmericaVe.com, sostenemos que el conflicto entre China y EE.UU. no es solo un enfrentamiento comercial, sino un choque entre dos modelos de poder: uno centralizado, estatal, con visión de largo plazo; y otro volátil, sujeto a ciclos políticos, pero con aún un dominio financiero y militar.
Las implicaciones de esta guerra no se limitan a las grandes potencias. Nos afecta a todos: influyen en el precio de los alimentos, del petróleo, del transporte, del dólar y del futuro de las inversiones internacionales. Por eso, nuestra posición editorial es clara: urge crear una estrategia regional latinoamericana de soberanía económica, que no sea rehén de las tensiones entre gigantes.
¿Qué sigue?
Los próximos meses serán cruciales. Si China logra estabilizar su consumo interno y Trump avanza en su campaña electoral con medidas concretas de presión económica, el mundo podría entrar en una nueva era de bloques económicos con reglas diferentes a las de la globalización tradicional.
Mientras tanto, desde esta tribuna seguiremos informando con criterio, analizando con profundidad, y posicionándonos donde siempre hemos estado: del lado de la verdad, la soberanía económica y la justicia global.
RadioAmericaVe.com / Economía.
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