En la Plaza de San Pedro no caben más fieles. Está abarrotada de gente de todo el mundo que quiere dar el último adiós al Papa Francisco en tanto que las autoridades de El Vaticano estudian alargar hasta más de la media noche el horario previsto para permitir el acceso record de personas presentes en el lugar, y de las que siguen llegando.
El flujo de público que
desfila delante del féretro de Francisco es constante. A primera hora de este
jueves había miles de personas esperando en distintas filas que se extendían
hasta zonas aledañas al Vaticano, en medio de un estricto control de la Policía
y la Protección Civil.
Este miércoles primera
jornada de exposición, la hora prevista de cierre era la medianoche, pero se
decidió dejar la basílica vaticana abierta para permitir que los fieles que
habían hecho hasta 3 horas de fila pudieran entrar para homenajear al pontífice
argentino, fallecido el lunes a los 88 años. Hasta las 13 horas del jueves,
unas 61 mil personas habían accedido a la basílica de San Pedro para dar su último
adiós a Francisco.
Este viernes será la
última oportunidad de despedirse del pontífice argentino con el ataúd abierto.
La Basílica de San Pedro cerrará a los fieles a las 7 de la noche para la
ceremonia del cierre del féretro, antes del funeral del sábado.
Francisco yace dentro de
un féretro de madera, sin el tradicional catafalco, en una plataforma casi a
ras del suelo, como él había indicado y situado en el altar de la Confesión
frente a la tumba de San Pedro a los pies del baldaquino de Bernini.
Este sábado, tras el
funeral, su cuerpo será llevado a la Basílica romana de Santa María La Mayor
para ser enterrado en una capilla. El público podrá visitar la tumba a partir
del domingo, un día después de su funeral, señalaron diversas agencias de
noticias.
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