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"Votar en dictadura no es elegir, es legitimar la farsa del poder."
El 25M no fue una elección, fue una humillación colectiva
El silencio en los centros de votación el pasado 25 de mayo fue estruendoso. No hubo filas, no hubo entusiasmo. Lo que presenciamos fue la confirmación de una gran verdad: la farsa electoral en Venezuela ha alcanzado su punto máximo de cinismo. Lo que se realizó no fue una jornada de participación ciudadana, sino un teatro montado por el régimen y sus títeres disfrazados de opositores.
La oposición real se ausentó; los títeres se exhibieron
Hoy no se perdió ningún espacio político. Hoy, ante el país, se sinceró la gran mentira: todos los espacios políticos visibles están manejados desde Miraflores. Los supuestos opositores que participaron en la contienda no representan a nadie más que a ellos mismos y a los intereses del régimen que los sostiene.
Los resultados publicados por Elvis Amoroso, que indican que figuras como Manuel Rosales y Juan Requesens fueron duplicados y hasta quintuplicados, no son creíbles. Pero sí son simbólicos: retratan la desconexión absoluta entre estos personajes y el sentir de un país que les dio la espalda.
Control social y votos forzados
Los únicos votos depositados el 25M provinieron de empleados públicos obligados a asistir, de beneficiarios de bonos condicionados y de las estructuras de control social construidas a lo largo de dos décadas. Pensar que en medio de ese escenario los títeres del sistema obtuvieron votos orgánicos es subestimar la inteligencia del pueblo venezolano.
En artículos anteriores de Vierne5 ya hemos denunciado cómo el chantaje institucional es hoy la principal herramienta del chavismo para fabricar apoyo electoral.
UNT, PJ y las alcaldías azules: ficciones disfrazadas de pluralidad
No se puede seguir otorgando tribuna a partidos como Un Nuevo Tiempo (UNT) o Primero Justicia (PJ), cuyas alas disidentes y dirigentes funcionales se han entregado al aparato oficialista con una facilidad escandalosa. La operación "lava caras" ha quedado al desnudo: no hay renovación, hay colaboración.
Las llamadas "alcaldías azules" en Caracas son solo un apéndice del chavismo, disfrazado de oposición para simular pluralidad. El país ya no se deja engañar por estos disfraces.
No fue abstención, fue rebelión silenciosa
Decidir no votar no fue un gesto de apatía. Fue una declaración de principios. Fue una forma de decir: "no participaré en esta farsa electoral en Venezuela que solo perpetúa el abuso". Y esa decisión, que muchos intentan minimizar, tiene un peso moral y político incalculable.
El rol de los medios y la responsabilidad de no validar la mentira
Los medios independientes tienen hoy una tarea crucial: no amplificar la narrativa de los títeres. No darles protagonismo. No entrevistar a los traidores como si fueran referentes legítimos. Desde Vierne5 asumimos ese compromiso. Como ya lo hicimos al cubrir el fraude del 28J y el informe de la OEA sobre represión, nuestra línea es clara: del lado de la verdad, sin matices.
Se sinceraron los espacios: no hay vuelta atrás
A diferencia del discurso oficial, que habla de participación y victoria, el resultado del 25M solo deja una conclusión: la oposición institucional ha muerto. Lo que queda en pie es una simulación, y el pueblo lo sabe. La desconfianza se ha convertido en conciencia.
Como advertimos en este artículo sobre traición opositora, es hora de dejar de esperar de los partidos lo que no están dispuestos a dar. La resistencia real vendrá desde abajo, desde el ciudadano común que se niega a ser parte del circo.
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