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La represión ya no es un instrumento del poder, es su esencia misma
Mientras Diosdado Cabello anunciaba en televisión nacional nuevas detenciones por una presunta conspiración, que a todas luces parece más un ajuste de cuentas entre cúpulas, en Washington el Panel de Expertos de la OEA presentaba un informe que desenmascara lo que ya muchos venezolanos saben y viven: el terror de Estado en Venezuela es una política sistemática y deliberada.
El contraste no puede ser más brutal. Mientras un funcionario del régimen se regodea en amenazas, el mundo documenta, archiva y expone las atrocidades cometidas por el aparato represivo de Maduro.
Terror de Estado en Venezuela: 27 desapariciones forzadas tras el 28J
El informe del Panel revela que al menos 27 personas fueron sometidas a desaparición forzada tras las elecciones del 28 de julio de 2024. La cifra, lejos de ser una excepción, confirma un patrón de represión que se agudiza cada vez que el poder se siente amenazado.
Pero eso no es todo. La OEA también documenta 28 asesinatos de manifestantes desarmados, detenciones arbitrarias a estudiantes, periodistas, defensores de derechos humanos, empleados públicos, opositores políticos y ciudadanos de barrios populares, todos con un denominador común: exigir libertad.
Un aparato estatal al servicio del miedo
Uno de los aspectos más alarmantes del informe es que estas violaciones no son hechos aislados. La OEA afirma que existe una estrategia coordinada, planificada y ejecutada desde las más altas esferas del poder político, militar y judicial.
Se trata de una ingeniería del terror, donde se integran la desaparición forzada, la tortura, la violencia sexual, la vigilancia tecnológica y la criminalización judicial. Todo esto para desmontar cualquier forma de oposición organizada o espontánea.
Tal como analizamos en "No subestimemos al régimen de Maduro", el régimen no busca solo mantenerse en el poder, busca erradicar toda forma de disidencia y dignidad.
Venezuela como laboratorio de la represión moderna
La sofisticación de los métodos represivos no es accidental. El informe describe una evolución en la estrategia del régimen, que ha pasado de la violencia callejera y visible a formas más calculadas de control social. Represión quirúrgica, tecnológica, psicológica y judicial.
En nuestra sección Nacionales hemos documentado cómo el madurismo ha convertido al Estado en una máquina de intimidación. Y en La Voz del Lector hemos recibido testimonio tras testimonio de ciudadanos que han sido víctimas de esta estrategia.
Si gobernaran como reprimen, seríamos una potencia
Lo más irónico, como bien apunta uno de nuestros lectores, es que si Maduro y sus secuaces le pusieran el mismo empeño a gobernar que al perfeccionamiento del aparato represivo, la inflación sería de un dígito, produciríamos 4 millones de barriles diarios y hasta el Guaire sería cristalino.
Pero no. Prefieren gastar millones en vigilancia digital, en torturadores especializados y en tribunales serviles. Porque el poder que no gobierna, reprime.
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