RadioAmericaVe.com / SECCIÓN: CULTURA
"En nombre de la fe, se torturó el conocimiento, se callaron culturas y se condenó la ciencia: así operó la Inquisición en América."
Descubre cómo la Inquisición en América calló voces, destruyó saberes y sembró terror desde Lima hasta México con fuego, miedo y poder.
Bajo el estandarte de la fe, la Inquisición en América Latina quemó libros, persiguió saberes indígenas y torturó a miles para imponer un modelo único de pensamiento y poder.
Desde la llegada del Santo Oficio al Nuevo Mundo, lo que se conocía como “herejía” incluía tanto creencias religiosas precolombinas como prácticas médicas, rituales naturales y expresiones culturales indígenas y africanas. La cruz venía con grilletes.
La maquinaria del miedo en la Nueva España
En México, el Tribunal del Santo Oficio se instauró en 1571 y operó hasta 1820. Más de 10.000 personas fueron juzgadas. Los delitos iban desde leer libros prohibidos hasta “blasfemias” populares. El sistema era secreto, sin derecho a defensa adecuada, con torturas para obtener confesiones y sentencias públicas que aterraban a comunidades enteras.
Uno de los casos más simbólicos fue el de Luis de Carvajal “el Mozo”, descendiente de judíos conversos, acusado de practicar el judaísmo. Torturado durante semanas, fue condenado junto a su madre y hermanas.
Lee también: Franco y los orígenes judíos: una sospecha nazi
Saberes prohibidos: del Popol Vuh a las curanderas
La Inquisición no solo castigó la disidencia religiosa. También persiguió conocimientos considerados “peligrosos” por desafiar la doctrina católica. Libros en lenguas nativas, plantas medicinales y astronomía ancestral fueron calificados de superstición o brujería.
En Perú, decenas de curanderas andinas fueron ejecutadas por “invocar espíritus”. En el virreinato del Río de la Plata se prohibieron cantos y rituales afrodescendientes. El conocimiento ancestral fue sistemáticamente destruido o silenciado.
Relaciona con: La Iglesia en la historia europea
Ciencia frente al dogma
La imposición de la fe también significó un retroceso científico. Mientras en Europa surgían avances en medicina, física y astronomía, en América el control ideológico limitaba la experimentación. Las universidades coloniales enseñaban más teología que ciencia.
No obstante, hubo focos de resistencia: científicos criollos como José Hipólito Unanue o Sor Juana Inés de la Cruz desafiaron el silencio impuesto, escribiendo en secreto o disfrazando su pensamiento en poesía y metáforas teológicas.
El legado de la represión
La Inquisición en América dejó una herencia profunda de miedo, censura y autonegación cultural. Muchas prácticas ancestrales sobrevivieron en la clandestinidad o fueron disfrazadas de rituales católicos. El trauma se extendió por generaciones.
Hoy, investigadores redescubren documentos y testimonios que permiten reconstruir esa historia soterrada y resignificarla como parte de nuestra identidad cultural.
Lee más en Vierne5: Cómo surgieron los cónclaves papales
También te puede interesar:
- La leyenda de la papisa Juana
- Gregorio X y la invención del cónclave
- Papas guerreros: poder, herejía y oro en Europa
No hay comentarios:
Publicar un comentario