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viernes, 29 de agosto de 2025

Maduro cartel narcoterrorista: por la boca muere el pez

RadioAmericaVe.com / La Voz Del Lector. 

 

Maduro cartel narcoterrorista: la Casa Blanca lo describió como fugitivo y líder de un cartel. Palabras duras, inequívocas y con peso político.

Maduro cartel narcoterrorista: por la boca muere el pez

Maduro cartel narcoterrorista. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, no dejó lugar a dudas: Nicolás Maduro es un fugitivo que dirige un cartel narcoterrorista. No se trata de un exabrupto ni de una pelea política interna en Washington. Son las palabras oficiales del presidente de Estados Unidos, y su eco es devastador. Ante semejante prontuario, mirar hacia otro lado equivale a comprometer la integridad de quienes aún lo defienden. Como reza el viejo refrán, por la boca muere el pez.

Palabras que pesan: la Casa Blanca y el cartel de Maduro

Cuando la portavoz de Donald Trump habló, no lo hizo en nombre propio. Lo hizo como la voz oficial de la presidencia de los Estados Unidos. Cada palabra fue calculada, cada frase, deliberada. Llamar a Maduro “fugitivo” y “líder de un cartel narcoterrorista” no es retórica, es acusación directa. En el tablero internacional, esas definiciones tienen consecuencias.

En diplomacia, el lenguaje importa. Y en este caso, el mensaje es inequívoco: Washington no ve en Maduro un presidente, sino un prófugo al frente de una organización criminal transnacional. Ese es el marco que guiará la política de EE.UU. hacia Venezuela. Ya no hay espacio para equívocos, ni para matices ambiguos.

No es un ataque personal

Maduro ha intentado vender la idea de que su persecución es un capricho del senador Marco Rubio o de ciertos sectores radicales en Washington. Pero la declaración de Karoline Leavitt desmonta ese argumento. No se trata de rivalidades políticas internas ni de conspiraciones de pasillo. Es la postura institucional del presidente Trump, expresada en boca de su vocera.

Cuando el jefe de Estado más poderoso del mundo define a un gobernante como narcoterrorista, no hay cortina de humo que lo disimule. Y aquí aplica el refrán: por la boca muere el pez. Con su negación constante, con sus discursos llenos de insultos a instituciones internacionales, Maduro construyó una narrativa que hoy se le vuelve en contra.

La ONU como tabla de salvación

Resulta casi tragicómico: tras años de insultos a la ONU, Maduro corre a pedir auxilio a Antonio Guterres. El organismo que calificó de inútil e intervencionista, ahora es invocado como refugio frente al despliegue antinarcóticos de EE.UU. en el Caribe. El descaro es evidente: el dictador busca en la ONU el blindaje que no encuentra en su deteriorada red de aliados.

Pero cabe preguntar: ¿defenderlo de qué exactamente? ¿De una intervención militar que incluso la canciller de Petro ya descartó? ¿Del “show”, como lo llama Delcy Rodríguez? El régimen se ha enredado en su propio discurso. En política, como en la vida, cuando las palabras no se sostienen, terminan devorando a quien las pronuncia.

Un pez atrapado en su propio discurso

Maduro insultó durante años a la ONU, acusó a sus voceros de conspiradores, descalificó cada informe de derechos humanos. Hoy, acude a esa misma institución como si fuera un salvavidas. La contradicción es tan evidente que ni siquiera sus aliados logran justificarla sin titubeos. El pez muere por la boca: la incoherencia se paga con descrédito.

La paradoja es cruel: mientras pide ayuda, su cancillería descalifica los operativos de EE.UU. en el Caribe. Mientras suplica respaldo, acusa a la comunidad internacional de montar un espectáculo mediático. Esa contradicción revela debilidad, no fortaleza.

El contexto regional: Petro, Delcy y el Caribe

Las declaraciones de Gustavo Petro sobre la presencia del ELN en Venezuela ya habían dejado a Maduro en aprietos. Que su canciller ahora insista en que no habrá intervención militar solo confirma que el ruido de Caracas es más para consumo interno que para la escena internacional. Washington no necesita disparar un misil: basta con el poder de la palabra.

El despliegue naval en aguas del Caribe, más allá de su dimensión militar, es un mensaje político: Estados Unidos no permitirá que Venezuela opere como santuario del narcotráfico. Lo dijo la Casa Blanca, lo confirmó la DEA y lo respaldan las incautaciones de droga en la región.

El costo de la incoherencia

En política, la coherencia es capital. Un líder puede ser duro, puede ser radical, pero no puede contradecirse sin perder legitimidad. Maduro hoy carga con el costo de su incoherencia. Sus insultos a la ONU, sus burlas a la comunidad internacional, se vuelven boomerang. Y cada vez que pide ayuda a quienes despreció, su debilidad se expone.

La Casa Blanca no necesitó inventar nada. Solo bastó con describir lo evidente: un fugitivo que dirige un cartel narcoterrorista. Esa descripción condensa lo que millones de venezolanos y cientos de informes ya sabían. Lo nuevo es que ahora quedó en boca de la máxima autoridad de Estados Unidos.

La vigencia del refrán: por la boca muere el pez

El refrán tiene siglos de uso, pero pocas veces encuentra un ejemplo tan claro como este. Maduro construyó su relato sobre insultos, negaciones y conspiraciones. Hoy ese relato lo devora. El pez muere por la boca: sus propias palabras, sus propias contradicciones, sellan su destino político.

En un país donde la gente lucha por sobrevivir con salarios de hambre y colas interminables, escuchar que su gobernante es llamado narcoterrorista por la Casa Blanca no sorprende. Confirma lo que ya era evidente en la calle. Lo único que sorprende es que todavía busque salvarse con los mismos discursos que lo hundieron.

Lecciones para la oposición y la sociedad

La oposición venezolana debe entender que la coherencia es también su capital político. No basta con denunciar, hay que sostener un relato consistente, honesto y cercano a la gente. Porque si algo enseña el caso Maduro es que la incoherencia cobra factura. Y la sociedad venezolana, por su parte, sabe que no puede dejarse distraer. Como dice Víctor Escalona: “A veces, el verdadero cambio no empieza en la calle, sino en lo que decides pensar cada mañana.”

El cambio empieza en la mente de cada ciudadano. En no aceptar la mentira, en no repetir el discurso vacío, en mantener la memoria de lo ocurrido. Porque más allá de las sanciones y de las acusaciones internacionales, es la presión social interna la que terminará de desnudar al régimen.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué significa que la Casa Blanca llame a Maduro narcoterrorista?

Significa que el gobierno de EE.UU. no lo reconoce como presidente legítimo, sino como un fugitivo al frente de una organización criminal transnacional.

¿Por qué es importante que lo diga la portavoz de Trump?

Porque representa la voz oficial del presidente. No es opinión personal, es política de Estado de EE.UU. hacia Venezuela.

Qué busca Maduro acudiendo a la ONU?

Busca blindaje diplomático ante la presión internacional. Sin embargo, la contradicción con su discurso previo lo deja en evidencia como un líder debilitado.

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Cierre

El refrán volvió a demostrar su vigencia: por la boca muere el pez. Maduro se hunde en sus contradicciones, atrapado entre lo que dijo ayer y lo que pide hoy. La Casa Blanca lo describió sin matices: fugitivo, narcoterrorista. Y esa etiqueta será difícil de borrar. Ni la ONU, ni sus aliados, ni sus discursos podrán salvarlo de la verdad que ya pesa en su contra.

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