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Las contradicciones del régimen quedaron expuestas: Maduro, Cabello y Padrino atrapados en un laberinto de mentiras y silencios.

Caracas, 9 de septiembre de 2025 – Las mentiras y contradicciones de Maduro, Cabello y Padrino han quedado expuestas en las últimas semanas, revelando no solo fisuras en el discurso oficial, sino también temores internos en el alto mando político y militar del chavismo. Maduro, que en su momento calificó el video de la narcolancha como un “invento de la inteligencia artificial”, ya no luce tan sobrado. Cabello, acostumbrado a ironizar con frases como “humo y fantasía”, ha optado por el silencio. Y Padrino López, en lugar de hablar de soberanía, dejó escapar lo que parece ser su mayor temor: que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) abandone definitivamente al madurismo ante la presión de Estados Unidos.
“A veces, el verdadero cambio no empieza en la calle, sino en lo que decides pensar cada mañana.” – Víctor Escalona
Lo irónico es que ese quiebre militar ya ocurrió el 28 de julio de 2024, cuando en los centros de votación dentro de instalaciones castrenses el resultado reflejó lo mismo que en el resto del país: una victoria aplastante de Edmundo González. El contraste entre los hechos y las palabras del poder revela una fantasía peligrosa: la de creer que el pueblo y los soldados defenderán a quienes, llegado el momento, se esconderán en un búnker.
Maduro y el video de la narcolancha
Nicolás Maduro, en una de sus acostumbradas cadenas nacionales, desestimó el video de la narcolancha bombardeada por Estados Unidos asegurando que era un “montaje de inteligencia artificial”. El comentario buscaba ridiculizar las denuncias internacionales y sembrar dudas sobre las pruebas. Sin embargo, la estrategia resultó contraproducente: especialistas en verificación digital demostraron la autenticidad de las imágenes y varios medios internacionales confirmaron la operación estadounidense en aguas del Caribe.
La insistencia de Maduro en negar evidencias claras no solo lo dejó en evidencia frente al mundo, sino también dentro del propio chavismo. El relato oficial comenzó a resquebrajarse cuando voceros internos reconocieron en privado que la operación había sido real. Esta contradicción, entre la propaganda y los hechos, refleja una práctica recurrente del régimen: negar hasta lo imposible, aun cuando las pruebas resulten abrumadoras.
Cabello: del sarcasmo al silencio
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV y figura clave en la maquinaria política chavista, también quedó atrapado en su propia retórica. En semanas anteriores, había ironizado diciendo que las denuncias sobre narcotráfico eran puro “humo y fantasía”. Hoy, sin embargo, su voz se ha apagado. Ni en su programa televisivo ni en sus intervenciones públicas ha vuelto a mencionar el tema de la narcolancha ni la presencia militar estadounidense en el Caribe.
El silencio de Cabello es significativo. Conocido por su estilo desafiante y provocador, su repentina ausencia discursiva se interpreta como una admisión tácita de que no hay argumentos sólidos para contradecir los hechos. En política, el silencio a veces habla más que mil palabras, y en este caso, deja entrever que las supuestas certezas del chavismo se desmoronan ante la presión de la realidad.
Padrino y el temor de la FANB
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, es quizás el que más reveló con menos palabras. En un discurso transmitido a militares en Fuerte Tiuna, dejó entrever su mayor preocupación: la posibilidad de que la FANB abandone el barco madurista bajo la presión internacional. Lo que no dijo, pero todos saben, es que eso ya ocurrió el 28 de julio de 2024. Ese día, las votaciones dentro de instalaciones militares replicaron el mismo patrón de rechazo que en el resto del país: la mayoría de uniformados votó contra Maduro.
El dato no es menor. Padrino, quien ha sido la bisagra entre el poder político y el militar, reconoce implícitamente que el apoyo de la FANB no es tan sólido como el régimen intenta proyectar. Su silencio sobre temas internacionales, como la relación con su homólogo ruso Vladimir Putin, refuerza la idea de que se encuentra aislado y con escaso margen de maniobra.
La fantasía del poder: ¿defender lo indefendible?
Más allá de las contradicciones puntuales, lo que queda en evidencia es un discurso construido sobre fantasías. El chavismo insiste en que el pueblo y los soldados defenderán al régimen en caso de una escalada mayor. Sin embargo, la realidad muestra lo contrario: mientras Nicolás y sus allegados refuerzan sus búnkeres y esquivan responsabilidades, los venezolanos luchan por sobrevivir y los militares ya han expresado, en las urnas, su rechazo.
El contraste es brutal: quienes concentran el poder creen que cuentan con un respaldo que en la práctica ya no existe. Esa desconexión entre lo que dicen y lo que sucede alimenta una narrativa peligrosa, pues genera la ilusión de estabilidad en un país que vive al borde del colapso político y social.
Mentiras que se caen solas
Las mentiras y contradicciones de Maduro, Cabello y Padrino no son episodios aislados: son parte de un patrón de comunicación política basado en la negación sistemática de la realidad. Niegan el narcotráfico, niegan la crisis humanitaria, niegan los resultados electorales. Pero la verdad termina filtrándose por las rendijas del poder, dejando al descubierto un régimen sostenido más por la propaganda que por hechos verificables.
En este contexto, la sociedad venezolana observa con una mezcla de frustración e incredulidad cómo quienes gobiernan viven en una burbuja desconectada de la calle. Cada mentira expuesta es también un recordatorio del abismo que separa al poder de la gente común.
Impacto político y social
Las contradicciones no solo afectan la credibilidad internacional del régimen, sino que también erosionan la cohesión interna de sus bases. Militantes que antes defendían con vehemencia el discurso oficial comienzan a guardar silencio o a manifestar dudas en privado. Al mismo tiempo, sectores de la sociedad civil interpretan estas contradicciones como señales de debilidad que pueden abrir una ventana para el cambio.
En redes sociales, las burlas se multiplican. Memes sobre Maduro y la “inteligencia artificial”, sobre Cabello y su “humo y fantasía”, y sobre Padrino y su “temor al abandono” circulan masivamente, demostrando que el humor se ha convertido en un arma contra la mentira. La narrativa oficial, diseñada para infundir miedo, hoy provoca risa y desconfianza.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué dijo Maduro sobre la narcolancha?
Aseguró que el video difundido era un “invento de la inteligencia artificial”, aunque pruebas independientes confirmaron su autenticidad.
¿Por qué Cabello guarda silencio?
Tras calificar las denuncias como “humo y fantasía”, ha evitado referirse al tema, lo que se interpreta como una admisión de falta de argumentos.
¿Qué teme Padrino López?
Reconoció implícitamente su temor a que la FANB abandone al madurismo, algo que ya se reflejó en los resultados electorales de 2024.
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Conclusión: cuando las palabras ya no alcanzan
Las mentiras y contradicciones de Maduro, Cabello y Padrino marcan un punto de quiebre en la narrativa oficialista. La negación, el sarcasmo y el silencio ya no alcanzan para sostener un régimen que se tambalea bajo el peso de su propia incoherencia. La pregunta ya no es si el poder dirá la verdad, sino cuánto tiempo más podrá sobrevivir en medio de tantas falsedades.
“En política, las palabras pueden sostener un relato, pero cuando los hechos las contradicen, lo único que queda es el silencio.” – Víctor Escalona
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